Resurge Fecircatur

Este fin de semana, las puertas del pabellón ferial se volvían a abrir para acoger la tan añorada Feria de la Caza. Muchos éramos los que reivindicábamos su presencia de nuevo en Ciudad Real, sobre todo, los que defendemos y promovemos la caza y lo que alberga el arte de la venatoria.

Quiero por ello, felicitar en primer lugar a la directiva de Fecir (Federación de Empresarios de Ciudad Real) por su iniciativa, coraje y compromiso con el sector cinegético de Castilla La Mancha.

Carlos Marín, Agustín Miranda y Miguel Ángel Rivero han sabido dar el paso decidido y necesario para recuperar una Feria Nacional de la Caza y el Turismo, Fecircatur, que siempre tuvo su sede en Ciudad Real, paraíso cinegético de España por excelencia.

El año pasado y coincidiendo con la celebración del I Congreso Nacional de Turismo Cinegético, organizado por el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, dos instituciones lideradas por Rosa Romero y María Dolores Cospedal, respectivamente, dieron el impulso necesario para animar al sector empresarial y cinegético en la recuperación de la feria y la celebración del II Congreso, en este caso de ámbito internacional.

Los empresarios y el sector, entre ellos Asaja, Ática, Aproca y Asicazza, han cumplido con su compromiso, lo que es digno de aplaudir y lo hago públicamente.

Frente a ellos, hemos podido constatar la dejadez, la desidia y la pereza de los gobiernos de Pilar Zamora y Emiliano García Page que, por no querer trabajar, no han sido capaces de desarrollar el II Congreso Internacional de Turismo Cinegético, ni las actividades paralelas que estaban programadas. Obviando el enorme potencial turístico y socioeconómico que la caza tiene en nuestras tierras manchegas y en particular, en la provincia de Ciudad Real. Un destino elegido por la mayoría de cazadores nacionales y extranjeros.

La caza es la actividad económica que más superficie abarca en la región con más de 7 millones de hectáreas y con una facturación anual que ronda los 600 millones de euros, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos de numerosas zonas rurales, sobre todo, de las más deprimidas.

La riqueza gastronómica, turística, agraria y hostelera que se deriva de esta actividad económica, es razón más que suficiente para que los gobiernos socialistas de la capital y la región hubieran asumido con hechos su apuesta por el turismo y la caza, como sectores estratégicos y generadores de una importante riqueza en la Capital de la Caza y en esta comunidad autónoma.

Sin embargo, durante la celebración de Fecircatur, este fin de semana hemos podido constatar que el apoyo al sector se ha quedado en la mera pose y en la foto. Un lamentable comportamiento de los nuevos responsables políticos, que aún no han dado palo al agua.

Frente a la apatía y vagancia socialista, añoramos la apuesta firme que hizo la presidenta Cospedal incorporando el turismo cinegético al Plan Estratégico de Turismo de Castilla La Mancha como uno de sus pilares fundamentales, al igual que en el Plan PICE (Plan de Inversión y Creación de Empleo), con el objetivo de potenciar la competitividad turística de la región.

Un compromiso que, además, dejó patente en la implantación de la licencia única de caza en Castilla La Mancha, otra deuda pendiente de la última legislatura socialista en la región y que fue Cospedal quien la hizo realidad, permitiendo que 5.800 cotos manchegos lo tengan más fácil para recibir cazadores.

Tristemente, el esfuerzo de los empresarios y del sector por sacar adelante Fecircatur se ha visto coartado por la falta de apoyo del ayuntamiento capitalino y de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, cuando se merecían el espaldarazo de ambas instituciones.

Esperemos que el próximo año, las palabras de Zamora y García-Page no se queden en una mera exposición de motivos. El tiempo pasa y seguimos esperando a que su labor eche a andar.