Artículo de opinión de Eneraldo Romano
Como ya sabemos todos, la vida de las personas con discapacidad podríamos calificarla como “complicada”.
A parte de los problemas que tenemos por nuestra discapacidad, tenemos que enfrentarnos a la desidia, a la dejadez, al desconocimiento o la falta de empatía de nuestros dirigentes políticos en la Diputación o en el Ayuntamiento. Desde hace unos cuantos meses me siento más discapacitado en mi ciudad, Ciudad Real.
A una persona con discapacidad nos es imposible realizar una tarea tan sencilla y cotidiana como tirar la basura, tal y como realizaba antes sin ningún tipo de problemas. La instalación de los nuevos contenedores imposibilita a una persona que vaya en silla de ruedas ser autónomo en un acto tan simple, pues no hay ninguna posibilidad de abrirlos. Da igual donde te coloques, subido o debajo de la acera, por la izquierda o por la derecha.
Otros municipios cuentan con contenedores similares, pero tienen una palanca para poder abrirlos, convirtiéndose en realmente accesibles.
Cuando le dije en un Pleno del Ayuntamiento al equipo de gobierno del PSOE que esos contenedores suponían un problema y que no cumplían con la accesibilidad, poco más que se rieron, diciendo que tenían informes y que los llevarían al Patronato de Personas con Discapacidad de Ciudad Real y a los diferentes grupos de la oposición en el Ayuntamiento para su oportuna fiscalización. Han visto ustedes los informes donde decía que estos contenedores son accesibles…, pues yo tampoco.
Como para mi es importante ser lo más autónomo posible en mi vida, y considerando que era un error que estos nuevos contenedores se instalasen en la ciudad, invité a la Alcaldesa, Pilar Zamora, a comprobar de primera mano, sentada en una silla de ruedas, la nula accesibilidad de los nuevos contenedores, creyendo que así solucionaría la pérdida de calidad de vida que están sufriendo las personas con discapacidad desde que ella gobierna. Como era de esperar, y como en tantos otros temas como, por ejemplo, los baños públicos accesibles, los alcorques en las aceras o incluso las obras, no me ha hecho ni caso.
Bajo el Gobierno de Psoe y Ganemos, en esta legislatura las personas con discapacidad estamos viviendo “El síndrome de la rana hervida” (Olivier Clerc), que explica como una rana no reacciona si la metes en una cazuela y la cueces lentamente (lo que José Mota llama “de a poco en poco”) y, en cambio, como si reacciona si la metes de golpe en agua hirviendo.
Cada vez tenemos peores servicios y cada año pagamos más impuestos, circunstancia que se agrava en el caso de las personas que padecemos alguna discapacidad, ya que se nos pone una ciudad cada vez más discapacitada, pero eso sí, “de a poco en poco”.
Javier Eneraldo Romano
Concejal del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ciudad Real