* El PSOE pretende “alargar” el incendio que se inició con las huelgas de hambre y el encierro de los alcaldes en Ciudad Real
9. marzo. 2012.- El diputado regional del Partido Popular Francisco Gil-Ortega ha informado sobre los asuntos tratados en el Pleno de las Cortes celebrado ayer y ha destacado, entre otros asuntos, el Plan de Financiación de los Entes Locales. Un plan que, según ha comentado, viene a dar solución a la situación de “agonía” en la que se encuentran los Ayuntamientos de la región debido a la nefasta gestión llevada a cabo por los anteriores gobiernos. Esta situación, ha aclarado, no ha surgido lógicamente durante los dos meses de gobierno de Mariano Rajoy ni durante los ocho de María Dolores de Cospedal. De hecho, el 90 por ciento de la deuda de los ayuntamientos corresponde a los años de gestión socialista.
En la anterior legislatura, el PP llevo a las Cortes dos debates sobre financiación, “el primero no sirvió para nada, y el segundo para el doble, es decir, para nada de nada”, ha comentado Gil-Ortega. Sin embargo, ahora que gobierna al PP, el PSOE tiene la osadía de pedir un plan de financiación para los ayuntamientos, “pero han llegado tarde, porque el PP ya ha empezado a hacer las reformas pertinentes”.
En este sentido, el diputado regional ha reconocido que las administraciones locales hacen labores que no les corresponden y que el 31 por ciento del presupuesto de los ayuntamientos de Castilla-La Mancha se destina a este tipo de cuestiones. Esta práctica ha sido habitual en la región durante años, pero la reforma impulsada por el PP lo que pretende, con acierto, es la delimitación de competencias para evitar duplicidades.
Gil-Ortega ha informado de que el Gobierno ha puesto a disposición de los Ayuntamientos 35.000 millones de euros para saldar deudas con los proveedores, una decisión que ha sido aplaudida por todos los consistorios, con independencia de su signo político, ya que en nada se parece a los 20.000 millones de euros del Plan E impulsado por el PSOE y que “no sirvió para nada”.
Además de inyectar liquidez a los ayuntamientos, esta reforma va a permitir que se limiten los convenios, ya que lo que hacía la Junta de Comunidades con Bono o Barreda era una “competencia desleal” o lo que los ingleses llaman “dumping”, por lo que los Ayuntamientos debían asumir costes que no les correspondían por la puesta en marcha de algunos convenios.
Esta situación se va a acabar, ha anunciado Gil-Ortega, vamos a dar el mismo trato a todos los Ayuntamientos, con independencia del signo político de su equipo de Gobierno. “Vamos a hacer justicia”, porque los ciudadanos no tienen culpa de que en su Ayuntamiento gobierne un partido u otro y que de eso dependa el dinero que puedan recibir.
Y es que, según ha denunciado el diputado regional, el PSOE ha actuado durante años según la ideología política de los Ayuntamientos, sin embargo, ayer en las Cortes se atrevieron a negarlo. Por este motivo, y para refrescarles la memoria, se ha referido al Plan de Barrios de Albacete, un proyecto para cuya puesta en marcha recibieron de la Junta 18 millones de euros. En el mismo tiempo, el Ayuntamiento de Ciudad Real solicitó financiación para un plan similar, pero la Junta no le dio “ni un sólo euro”. Por otro lado, y como ejemplo, Gil-Ortega ha destacado que la empresa pública Don Quijote se gastó más de 700.000 euros en la celebración de un concierto de Maná en Albacete, 231.000 en un concierto de Miguel Bosé en Daimiel o 446.000 en una ópera en Toledo, sin embargo, a Ciudad Real no llegó ni un solo euro.
La portavoz del PSOE decía ayer en el Pleno de las Cortes que quiere que se reparta el dinero con igualdad, pero ellos, según Gil-Ortega, han hecho “una injusticia”, no con el PP, “sino con los ciudadanos de esos pueblos en los que gobernamos”. El PSOE sólo quiere “alargar” el incendio que encendieron con dos huelgas de hambre “efímeras” y con el encierro de los alcaldes socialistas en Ciudad Real, una medida que no fue respaldada por los demás alcaldes socialistas de Castilla-La Mancha porque “sensatamente” sabían que la culpa de esta situación no es de este gobierno.
Y es que el diputado regional cree que cuando se pierde, después de haber ganado las elecciones durante 30 años, todo les parece mal, sin embargo, “es el momento de arrimar el hombro, de hacer un esfuerzo entre todos y de dejar la política, quizá buena para otros momentos, a un lado”.